Por AKubaa · Opinión · Actualidad Cubana en la Diáspora
Te voy a confesar algo desde el primer párrafo: en Miami ya estamos acostumbrados a los momentos calientes, a las declaraciones picantes y a las figuras que incendian las redes. Pero lo que soltó Alexander Otaola en la alfombra roja de los Premios Martín Fierro Latino Miami 2025 no fue solo una frase para titulares. Fue un dardo directo al corazón de una industria que, según él —y según muchos en la calle— hace rato dejó de entender el pulso real del público.
Yo estuve ahí, entre cámaras, luces, glamour importado y ese sabor a cubaneo que siempre aparece cuando ves a alguien del exilio levantando la voz. Y lo que presencié no fue solo un momento viral: fue la radiografía de una pelea vieja entre la televisión tradicional y el ecosistema digital donde hoy viven millones.
“La televisión está dirigida por grandes mediocres”: la frase que explotó todo
A Otaola lo entrevistó Miami Break News, y cuando le preguntaron por qué no había regresado a la televisión, él no respiró, no lo pensó dos veces, no midió el impacto: “La televisión está dirigida por grandes mediocres.” Ahí mismo, en seco. Como quien tira una cubeta de hielo en medio del calor de Miami Beach.
Y, mira, te voy a ser sincera: más de uno en esa alfombra roja levantó la ceja. Otros sonrieron como diciendo: “clásico de Otaola”. Pero la frase no cayó en saco roto. Rebotó en los teléfonos, cruzó Hialeah, llegó a Cuba, explotó en WhatsApp y terminó convertida en la comidilla del evento.
Y como si fuera poco, remató con otra bomba: “El potencial de la televisión ha sido aniquilado por ejecutivos que nunca trabajan para conseguir lo mejor.” Es fuerte, sí. Pero cuando uno mira las parrillas de contenido que dominan ciertos canales… bueno, tampoco parece tan descabellado.

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El ejemplo de Cristina Saralegui, Don Francisco y el fantasma de una industria en retirada
Mientras Otaola hablaba, yo pensaba en lo que representa esa nostalgia audiovisual de nuestra comunidad: Cristina Saralegui, Don Francisco, las voces que acompañaron generaciones. Otaola lo dijo sin adornos:
“Figuras enormes han sido desplazadas por visiones absurdas.”
Y ahí, la diáspora sintió el golpe. Porque todos tenemos una tía en Kendall, un primo en Westchester o una abuela en Cuba que todavía prende el televisor buscando ese tipo de entretenimiento que ya casi no existe. Y se encuentran con repeticiones, shows reciclados y programas que no conectan con la realidad de un público diverso, migrante y tecnológico. Mientras tanto, en las redes —YouTube, TikTok, Instagram— la gente está construyendo su propio canal de televisión desde el cuarto de su casa. Y eso, quieras o no, cambió las reglas del juego.
El premio que pasó a segundo plano
Otaola estaba nominado en dos categorías: Influencer y Latinos por el Mundo. Y aunque este último lo ganó compartido con Julio Oyhanarte de InmigracionTV, lo que de verdad se llevó fue otra cosa: tendencia, polémica y conversación.
Lo curioso es que, entre tanto escándalo, casi nadie habló de los otros nominados: Gonzalo Gobich, Germán Pinteño, Brisa Florentín, Juan de Montreal —quien se llevó el premio a Influencer—. Pero así funciona esto: a veces el trofeo no hace tanto ruido como la frase correcta en el minuto exacto.
¿Una nueva candidatura? La pregunta que dejó temblando a Miami
Porque si algo sabemos en AKubaa es que Otaola nunca habla sin calcular la temperatura del ambiente. Y cuando le preguntaron por una posible candidatura a la alcaldía de Miami, él lanzó otro enigma: “Eso todavía no lo tengo decidido.” No dijo sí. No dijo no. Y ya tú sabes cómo funciona Miami: basta una frase ambigua para que en Hialeah se formen tres teorías y en Sweetwater ya haya gente apostando.
AKubaa lo mira así: la televisión no está muriendo… está quedándose dormida
Te lo digo desde mi visión crítica: la televisión no está muerta, pero va directo al cante si sigue desconectada del público. En Cuba, por ejemplo, la televisión se convirtió en un espacio estancado, sin oxígeno. En Miami, está viviendo su propia versión del problema: repeticiones, fórmulas viejas, ejecutivos que le temen a la irreverencia. Mientras tanto, los creadores digitales —cubanos, latinos, migrantes— están ocupando ese espacio vacío con:
- inmediatez
- autenticidad
- polémica
- identidad
- comunidad
Y eso no se compra con un estudio de millones. Se construye desde el barrio, desde el exilio, desde el teléfono. Como me escribió una usuaria desde Tampa: “La TV se quedó en pausa, pero nosotros no.”
Lo que realmente está en juego
Las palabras de Otaola no fueron solo un ataque. Fueron un diagnóstico. Uno que, para muchos, llevaba años esperando ser dicho en voz alta. Porque aquí, en este pedazo de Miami que respira Cuba todos los días, todos hemos visto el mismo fenómeno: el que dice la verdad, incomoda; el que incomoda, se vuelve tendencia; y el que se vuelve tendencia… termina marcando agenda.
Conclusión: ¿Está la televisión condenada o puede reinventarse?
Yo salí de esa alfombra roja con una certeza: la televisión no va a morir mañana, pero necesita sangre nueva hoy. Necesita asumir que el mundo digital ya no es “competencia”; es la realidad.
Y la pregunta que te dejo, para que la debatamos en AKubaa, es esta: ¿Crees que Otaola dijo una verdad necesaria… o se pasó de la raya?. ¿La televisión necesita reinventarse o simplemente ya no tiene salvación?.
Te leo en los comentarios. Y si quieres seguir la conversación sin filtros, ya sabes: Esto es AKubaa… donde lo cubano se cuenta como es: con picante, con corazón y con calle.
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